sábado, 8 de noviembre de 2014

Sviatoslav y su mensaje amenazante


Sviatoslav (Святослав) I de Kiev, nieto de Rurik, hijo de Igor y Olga y padre de Vladimir, nació en 942 y falleció en 972. Destacó por sus incesantes campañas que provocaron el colapso de las dos grandes potencias del Este de Europa, los jázaros y los búlgaros, posibilitando así a la Rus de Kíev el acceso al Mar Caspio. Enemigo de los alanos, a quienes derrotó, y aliado en ocasiones de los bizantinos y de los pechenegos.

En su corto reinado sus tropas, la druzhina, fueron capaces de ocupar el valle del río Volga, la estepa póntica y los Balcanes, convirtiendo a la Rus de Kíev en el mayor estado de Europa del Este, desde el Volga hasta el Danubio. Comenzó atacando a las tribus eslavas vasallas de los jázaros forzándolas a que pagasen tributos a la Rus de Kíev. De acuerdo con las crónicas, Sviatoslav envió un mensajero a los gobernantes viáticos, con la siguiente frase amenazante: ¡Voy a por ti! (Иду на вы), todavía utilizada en la Rusia actual para mostrar las inequívocas intenciones de uno.

Probablemente como consecuencia de los 24 años de regencia de su madre Olga, esperando en la corte a acceder al trono, en 964 Sviatoslav se lanzó a guerrear sin descanso con las tribus vecinas, disfrutando más que de las costumbres palaciegas. En sus incursiones no utilizaba ni carros ni tiendas, durmiendo sobre una manta de caballo y con la silla de montar como almohada. Él y sus tropas se alimentaban simplemente de tiras de carne asadas al fuego. 

En la crónica del encuentro de Sviatioslav con el emperador bizantino Juan I Tzimiskes, un acompañante de éste, Leo el Diácono, describe a Sviatioslav como un hombre de ojos azules, corpulento aunque de altura media, con la cabeza y la barba afeitadas pero con un espeso bigote rubio y largas patillas. Llevaba un único pendiente de oro adornado con un rubí y dos perlas.

En 957 su madre Olga se convirtió al Cristianismo ante el emperador Constantino VII, pero Sviatioslav no lo hizo por temor a que sus soldados, en su mayoría escandinavos, le perdieran el respeto.

Sviatoslav tuvo una numerosa descendencia. De sus esposas tuvo a Yaropolk y a Oleg. De su amante Malusha, una profetisa que vivió hasta la edad de 100 años y que fue llevada de su cueva hasta el palacio para predecir el futuro, tuvo a Vladimir que convertiría definitivamente al principado de Kiev al cristianismo. 


En el verano del 969, Svatioslav dividió sus dominios en tres regiones, cada una bajo la regencia de cada hijo. Con un ejército, que incluía mercenarios pechenegos y magiares, invadió Bulgaria de nuevo, retando al emperador Juan Tzimiskes, quien reaccionó con una contraofensiva, siendo derrotada la coalición de la Rus en la batalla de Arcadiópolis en el año 970. Sviatoslav, vencido, tuvo que firmar un acuerdo con el emperador, en el que prometía abandonar los Balcanes, renunciar a sus derechos sobre Crimea y volver al oeste del río Dnieper. 

Temiendo que la paz con Sviatoslav no durase mucho, el emperador indujo al jefe pechenego Kuria a que matase al Príncipe de la Rus antes de que llegase a Kíev. Sviatoslav fue avisado del complot, pero él hizo caso omiso y atravesó la región de los pechenegos, cayendo en una emboscada cerca de la isla de Khortytsia donde fue asesinado en el 972. Su calavera fue colocada en el cetro de Kurya.

Sviatoslav ha sido un héroe para los rusos, ucranianos y bielorrusos por su éxito militar y sus conquistas.




MAG/08.11.2014

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