domingo, 8 de marzo de 2015

La zarevna Sofía Alekséievna Románova



La zarevna Sofía Alekséievna (царевна Сóфья Алексéевна) (1657 - 1704) fue una princesa rusa, hija del zar Alejo I y de Maria Miloslavskaya, hermana de los zares Teodoro III e Iván V y hermanastra de Pedro I. Fue la primera mujer que gobernó Rusia en su condición de regente desde 1682 hasta 1689. 

Ya en su niñez mostró gran inteligencia, por lo que su padre decidió que compartiera la educación del heredero Teodoro que les proporcionaba el prestigioso poeta y monje Simeon Polotsky. 

Cuando el zar Teodoro III falleció inesperadamente y sin descendencia en 1682, el heredero al trono era su hermano menor de 15 años Iván, medio ciego y mentalmente desvalido. La zarevna Sofía asistió a su funeral, con gran escándalo pues nunca antes lo había hecho una mujer. 

Ante el riesgo de que el trono pasase a manos de su medio-hermano Pedro, de diez años, bajo la regencia de su madre Natalia Narýshkina, Sofía Alekséievna decidió impedirlo aliándose con un cortesano y político singularmente apto, el príncipe Vasili Golitsin, e instigando a la revuelta a los streltsy, cuerpo militar de élite fundado en tiempos Iván IV, para lo cual nombró jefe al boyardo príncipe Iván Jovanski. Este hecho histórico es narrado en la ópera Jovánschina de Músorgski. 

Comenzó así una brutal y sangrienta acción de limpieza, que terminó cuando la zarevna Sofía hábilmente convenció a la Duma de que la solución al conflicto estaba en nombrar a Iván zar mayor y a Pedro zar menor, y a ella regente bajo la protección de la familia de los boyardos Miloslávskie. 

Iván y Pedro fueron coronados co-zares el 25 de julio de 1682 en la Catedral de la Dormición en el Kremlin. El doble trono hecho para los co-zares se puede ver hoy en el museo de la Armería del Kremlin. 

La zarevna Sofía Alekséievna nombró primer ministro al príncipe Vasily Vasilievich Golitsin, perteneciente a una de las familias más aristocráticas de Rusia, que pretendía civilizar a su país introduciendo la ciencia, la literatura y las bellas artes europeas. Golitsin se distinguía de los boyardos moscovitas, con sus barbas espesas y sus pesados caftanes, por llevar un fino bigote y una barba recortada como la del pintor Van Dyke y sobre los hombros una capa de piel. Diríase que acababa de llegar de Holanda. 

En otoño de 1682 los viejos creyentes se unieron a los rebeldes pidiendo la derogación de la Reforma del patriarca Nikon, y el príncipe Iván Jolanski, al frente de los streltsy, creyó que se le presentaba la oportunidad para desplazar a Sofía Alekséievna como regente. La zarevna y su Corte tuvieron que huir y refugiarse en el Monasterio de la Trinidad y San Sergio. Finalmente Sofía Alekséievna logra suprimir la rebelión con la ayuda de Fiódor Shaklovityi, que sucede a Jovanski como jefe del ejército moscovita. Sofía Alekséievna manda ejecutar a Iván Jovanski y a sus directos colaboradores.


Durante su regencia, Sofía hizo algunas concesiones a los burgueses y atenuó las penas para los siervos fugitivos lo que causó una gran insatisfacción entre la nobleza. Llevó a cabo una reorganización del ejército. Atraída por la arquitectura barroca, promovió la creación de un barrio extranjero y fundó el primer centro de estudios superiores en Rusia, una academia eslava grecolatina. 

Las acciones más importantes que caracterizaron su política fueron el Tratado de Paz Eterna de 1686 con Polonia, el Tratado de Nérchinsk con la China imperial (primer acuerdo con un país no-oriental) en 1689 y las campañas de Crimea contra de los turcos. 

Cuando Pedro cumplió los 17 años, sus parientes pidieron que Sofía entregase la regencia. Fiódor Shaklovityi le aconseja autoproclamarse zarina e inducir a los streltsy a una nueva revolución. Sin embargo, muchas unidades de los streltsy abandonaron Moscú hasta el Monasterio de la Trinidad y San Sergio, donde desde1689 vivía el joven zar, para advertirle que su poder estaba siendo amenazado. Sofía envió a boyardos y al Patriarca a que solicitasen a Pedro que se reuniera con ella en el Kremlin. Él rehusó firmemente la invitación, y apoyado por sus regimientos Preobrazhenski y Semiónovski, conjuró el peligro de la sublevación, pidiendo la pena de muerte para Shaklovityi y el exilio para Vasili Golitsin. 

Cuando Sofía acordó su rendición ante los boyardos más ancianos, fue puesta bajo arresto domiciliario y obligada a retirarse en el Monasterio Novodévichi, sin embargo no tomó los hábitos. En 1698 los streltsy trataron de restaurar a Sofía en el Kremlin durante una ausencia de Pedro I. Esta rebelión fue suprimida rápida y duramente, y muy pronto los cadáveres de los cabecillas fueron puestos frente a la ventana de Sofía. Ella tomó rápidamente los hábitos y fue puesta bajo la más estricta clausura, con instrucciones específicas para que el resto de las monjas no la vieran a excepción del día de Pascua.



Murió en el convento seis años más tarde, el 3 de julio de 1704. 

En la novela histórica del escritor chino Jin Yong titulada ‘El reno y el caldero’ se describe cómo el joven protagonista Wei Xiaobao viajó a Rusia para ayudar a Sofía en la rebelión para desplazar del trono a su hermanastro Pedro I. Se especula que este hecho fue el origen del Tratado de Nérchinsk con la China imperial. 

Vanessa Redgrave interpretó el papel de Sofía Alekseyevna en la miniserie de TV en 1986 ‘Pedro el Grande’. Por su interpretación le fue concedido un premio Emmy. 


MAG/08.03.2015

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