martes, 14 de abril de 2015

Iván Andréyevich Krylov, el fabulista de la literatura rusa



Iván Andréyevich Krylov, (Иван Андреевич Крылов), nació en Moscú el 21 de noviembre de 1769, hijo de un distinguido militar, que falleció cuando Iván tenía 10 años. Se trasladaron madre e hijo más tarde a San Petersburgo en busca  de una pensión del gobierno. Krylov consiguió un empleo en la Corte, que abandonaría al cumplir 19 años para dedicarse íntegramente a su carrera literaria, como periodista y dramaturgo. Un editor le compró una comedia, Kofeynitsa, escrita a los 14 años, resultando premiada con 60 rublos que invirtió en obras de Molière, Racine y Boileau. 

A comienzos de 1789, Krylov abordó por tres veces el lanzamiento de una revista literaria, aunque ninguno de los intentos superó el año de vida. Sin embargo, la sátira y humor en sus comedias sí merecieron el reconocimiento en los círculos literarios. 

De 1797 a 1803 trabajó para el príncipe Sergei Galitzine, gobernador militar de Livonia, como secretario y tutor de sus hijos. Cuenta le leyenda que durante dos años Krylov vagó por el país jugando a las cartas. 



En 1806 aparece en Moscú y muestra su traducción de las fábulas de La Fontaine al poeta y fabulista Iván Dmitriev, quien le anima a escribir más. Regresa a San Petersburgo y se dedica sin embargo a escribir comedias satíricas con éxito creciente, como ‘Modnaya lavka (‘El negocio de moda’) en 1806 y Urok dochkam,(‘Lecciones a las hijas’) en 1807, en las que satiriza el afrancesamiento de la nobleza rusa. En 1809 vuelve a escribir un volumen de 23 fábulas que tuvieron un gran éxito. A éste siguieron otros ocho volúmenes entre 1810 y 1820 del mismo género, inspiradas menudo en las fábulas de Esopo y La Fontaine, que revelan el pensamiento pequeño-burgués de Krylov, atacando todos los vicios humanos, pero en especial la incompetencia, la arrogancia y la estupidez con especial referencia a la vida contemporánea. Gracias a sus 200 fábulas, Krylov alcanzó una inmensa popularidad y el reconocimiento posterior del fabulista por excelencia de la literatura rusa. El llamado ‘Estanque del Patriarca’ en Moscú está adornado con estatuas de los personajes de las fábulas de Krylov.



De 1812 a 1841 Iván Andréyevich Krylov fue empleado por la Biblioteca Pública Imperial ascendiendo a jefe del departamento de Libros Rusos. En 1811 fue admitido como miembro de la Academia Rusa de las Ciencias, que le otorgó la medalla de oro en 1823. Bajo el patrocinio del zar Nicolás I, con quien Krylov tenía lazos de amistad, se organizó en 1838 un gran festival en honor de éste, asignándole el emperador en dicha ocasión una pensión generosa. 

Dos años más tarde, Krylov dejó prácticamente de escribir, adoptando una vida sedentaria que le ocasionó dos hemorragias cerebrales. Para su recuperación la zarina Carlota lo mandó trasladar al Palacio Pavlovsk, donde falleció en 1844 a la edad de 75 años. 


MAG/14.04.2015


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