lunes, 23 de febrero de 2015

Miguel I de Rusia, primer zar de la dinastía Románov

Miguel I de Rusia (Mijaíl Fiódorovich Románov) (Михаи́л Фёдорович Рома́нов) (12 de julio de 1596 - 12 de julio de 1645) fue el primer zar de Rusia de la casa de Románov.



Anastasia Románovna Zajárina, primera esposa del zar Iván IV el Terrible, era hija del boyardo Román Zajarin, el cual le dio nombre a la dinastía monárquica de los Románov. El hermano de Anastasía, Nikita Románovich Zajarin-Yúriev, fue el padre de Fiódor Románov, el primero en tomar el apellido Románov, y abuelo de Miguel I de Rusia. Esta relación con la dinastía Rúrik posibilitó la elección de Mijaíl Fiódorovich para el trono de Rusia, después de los Tiempos Turbios.

En 1600 el zar Borís Godunov obligó a tomar los votos con el nombre de Filaret a Fiódor Románov, su principal rival al trono ruso, acusándolo de conspiración y recluyéndolo en el monasterio Antónievo-Siyski. Más tarde, Filaret es hecho prisionero por los polacos, cuando formaba parte de una delegación rusa. La esposa de Fiódor Románov, Ksenia Shestova, fue enclaustrada en el monasterio de Kóstroma con el nombre de Marta. Miguel, todavía un niño de cuatro años, acompañó a su madre al monasterio.

En 1612 el trono de Rusia está vacante, circunstancia que aprovechan Suecia y Polonia para apoderarse de Karelia, Nóvgorod y Smolensk, además de los territorios adyacentes. Los campesinos, huyendo de los invasores, abandonan sus campos y se desplazan a Moscú en busca de refugio. Sólo se aran un 10 % de las tierras, lo que origina una gran hambruna diezmando la población. 

Rusia está al borde del colapso y el Zemski Sóbor (Asamblea Nacional) convoca a casi un millar de sus miembros (nobles, clérigos, funcionarios, mercaderes y campesinos) para elegir al zar. Tras debates extenuantes el 3 de marzo se alcanza el acuerdo de proponer que suba al trono el joven de 16 años Mijail Románov. 

El Zemski Sóbor envía desde Moscú una delegación de embajadores al monasterio de Kóstroma, portando el icono de Nuestra Señora de Fiódor para, arrodillándose ante la monja Marta, pedirle permita que su hijo, el joven Mijail, acceda al trono para salvar a Rusia impidiendo que ésta vuelva a los Tiempos Turbios. 



Finalmente madre y hijo se pliegan a la petición del Zemski Sóbor, pero en tan ruinoso estado se encontraba Moscú por aquel entonces que Miguel debió esperar durante varias semanas en el Monasterio de Tróitsa, distante 122 km de la capital, hasta que se le pudo preparar un alojamiento adecuado a la dignidad de un zar. Fue coronado el 22 de julio de 1613 en la Catedral de la Dormición del Kremlin de Moscú.

Sin embargo, todavía se postulaban tres pretendientes al trono de Moscú: el rey sueco Carl Philipp, el príncipe polaco Wladislaw y un niño de tres años, Iván Zaratskiy, hijo de Marina Mniszech y del falso Dmitri II. Un ejército de 3 000 cosacos apoyando al joven Iván, atacan Moscú pero son derrotados por las tropas del zar Miguel I. Los cabecillas son ejecutados ante una gran multitud frente a las puertas de Serpukhov en Moscú. El Zemski Sóbor, convertido en el órgano consultivo superior de Rusia por decisión del zar, recomienda la ejecución del niño para evitar que Rusia vuelva a los Tiempos Turbios. Miguel I tiene que aceptar la decisión del Zemski Sóbor,‘aunque el pecado manche su alma’. 

Las tropas suecas asedian Pskov, pero Mijail Románov consciente de que sus tropas no pueden luchar contra el ejército más poderoso de Europa, envía a sus diplomáticos a negociar la paz. En febrero de 1617 se firma el Tratado de Paz de Stolbov, por el que Rusia recupera Nóvgorod y sus territorios colindantes. 

Ahora son los polacos los que se dirigen a Moscú para derrocar al zar Miguel I y sentar en el trono al todavía pretendiente el príncipe Wladislaw. Avanzan las tropas polacas hasta la muralla de la Ciudad Blanca del Kremlin (hoy Avenida Circular). Espías rusos averiguan que los polacos han excavado un túnel bajo las Puertas de Arbat. El Zemski Sóbor insta al zar a que abandone Moscú para salvar su vida, pero Mijail Románov rehusa. Ordena reunir un gran destacamento y esperar. Su interés no es sólo por Rusia sino también personal, pues sabe que su padre está en manos de los polacos y que si él abandona Moscú, perdería el trono y nunca volvería a ver a su padre. Continuó luchando contra las tropas polacas a pesar de que sufría pérdidas importantes. Necesita una tregua y la consigue por 14 años y medio con el Tratado de Déulino el 1º de diciembre de 1618. 

Rusia recuperó las tierras desde Vyazma a Chernigov, y consiguió que los prisioneros en manos enemigas regresaran a Rusia, entre ellos su padre, pero quedaron muchos puntos pendientes entre ambos países, entre ellos que Wladislaw no renunció a sus pretensiones de ocupar el trono ruso ni la devolución de Smolensk. Pero Rusia estaba arrasada y no podía soportar la guerra. Necesitaba un respiro para reconstruir lo destruido en los últimos doce años.

A los diez días de la vuelta de su padre, Miguel I lo nombra patriarca de Moscú y de toda Rusia. A partir de ese momento padre e hijo gobiernan Rusia. La influencia de la madre, autoritaria y poderosa, comienza a disminuir. 

El zar cumple 20 años y es tiempo de buscarle esposa para asegurar la permanencia de la nueva dinastía Románov. Su madre le busca una novia, que su hijo rechaza y elige a Masha Khlopova, hija de uno de sus vigilantes en el exilio. Se anuncia el compromiso y Masha es alojada en las dependencias de palacio. Se encarga a los hermanos Saltykov, parientes de la madre del zar, la custodia de Masha. Poco antes de la ceremonia nupcial la novia cayó enferma. Los Saltykov convocan a un consejo de médicos extranjeros que diagnostican una grave enfermedad incurable. El pueblo acusa a la madre del zar y Masha Khlopova, acompañada por los hermanos Saltykov, es enviada a Siberia. Una investigación culpó a los Saltykov y son exiliados a sus tierras.

Tras este fracaso, las intenciones de boda quedan abandonadas por largo tiempo. Sin embargo, cuando Miguel I cumple 28 años, los Románov empiezan a preocuparse. Una vez más su madre le presenta una candidata, Maria Dolgorukova, que Mijail acepta sin gran entusiasmo. Poco tiempo después Maria enferma y muere, se cree que envenenada, a los tres meses. Miguel I expulsa a su madre de la corte y y comienza a elegir esposa. Había miles de candidatas que un grupo de médicos y nobles examina hasta reducir la lista a diez candidatas que son presentadas al zar. Finalmente elige a Evdokia Streshneva, que no había participado en la elección pues era doncella de una de las candidatas. Esta vez el zar no anuncia el nombre de la novia y ésta se aloja en palacio sólo tres días antes de la boda. La zarina, la cenicienta Evdokia, es amable y amada por el pueblo. Le da al zar 10 hijos de los que sobreviven 4, tres hijas y un varón, Alexei.

La paz y la armonía reinan, por fin, en el corazón de Miguel I y de Rusia. Es el momento de recuperar los territorios perdidos durante los Tiempos Turbios. A tal fin, el zar acomete una reforma y modernización de su ejército siguiendo los modelos europeos. Con poca experiencia todavía sus tropas atacan Polonia sin demasiado éxito. En 1634 se firma la Tregua de Polyana por la que Rusia recupera todos los territorios a excepción de Serpeysk y Wladislaw renuncia a sus pretensiones al trono ruso, mediante el pago de 20 000 rublos en oro.

Mijail concentra sus esfuerzos en mejorar la situación interna del país e invita a especialistas alemanes, ingleses y holandeses. Un grupo de geólogos ingleses hace prospecciones en busca de hiero y cobre. Ocho años más tarde se inaugura la primera planta de fundición en los Urales. Y poco después de cobre. Con apoyo holandés, se levanta una fábrica de armas para uso interno y para la exportación a los países más avanzados en Europa.

Después de 30 años de destrucción y amargura, Rusia recuperó su economía. El zar sube el sueldo medio a 3 kopecs al día que permite comprar 3 pollos o 45 huevos o 1,5 kg de salmón. 

Rusia empieza a ganar peso en el extranjero como lo demuestra el regalo de un trozo de la Sábana Santa que el sha de Persia Abbas I hizo al patriarca Filaret, quien ordenó una semana de ayuno y acercó la túnica los enfermos, curándose milagrosamente 67 personas. 

A fin de restaurar la biblioteca del zar, destruida en los Tiempos Turbios, Filaret ordena buscar libros en los monasterios que son copiados en palacio. En 1621 se inició la publicación del primer periódico ruso.

Miguel I no pudo concertar el matrimonio de su hija, Irene de Rusia, con el conde Valdemar Christian de Schleswig-Holstein, un hijo morganático del rey Christian IV de Dinamarca, por el rechazo de este último a aceptar la fe ortodoxa. Esta ruptura le afectó y contribuyó a su muerte, el 12 de julio de 1645 en su 49º cumpleaños. Fue enterrado en la Catedral del Arcángel Miguel del Kremlin de Moscú. 

El compositor Mikhail Glinka dramatizó en su ópera 'Una vida por el zar' la ascensión al trono de Miguel I.


MAG/23.02.2015


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