sábado, 7 de febrero de 2015

El Metropolitano Macario, mentor de Iván IV el Terrible



Tratando de complementar tangencialmente las detalladas explicaciones del profesor Abella sobre tan complejo y trascendental personaje para la historia de Rusia como fue Iván IV Vasílievich, más conocido como Iván el Terrible, Gran Príncipe de Moscú a los tres años de edad y primer Zar de Rusia desde 1547 a 1584, subo hoy al ‘blog’ unas pinceladas biográficas de quien quizás ejerció más influencia sobre Iván IV. Me refiero al clérigo Macario (Макарий) (1482 – 1563), escritor, pintor de iconos y Metropolitano de Moscú desde 1542 al 1563.

Macario, cuyo nombre secular era Miguel (Mikhail), se hizo monje en el monasterio de S. Paphnutius en Borovsk, donde sirvió como lector, subdiácono, diácono y sacerdote. Se posicionó  claramente junto a los seguidores, mayoritarios en la Iglesia rusa, de Iosif Volotski (Ио́сиф Во́лоцкий), los ‘poseedores’.

En 1523 fue nombrado archimandita de un monasterio en Mozhaisk, donde tuvo la oportunidad de conocer al Gran Príncipe de Moscú, Basilio III, y, situándose una vez más a favor del poderoso, apoyó el divorcio de Basilio III de su esposa Solomina Saburova, bendiciendo su segundo matrimonio con Elena Glinskaya. poseedora de una gran fortuna como hija del Príncipe lituano Vasili Lvóvich Glinski y de la Princesa Ana de Serbia.

En 1526 Macario fue promovido al Arzobispado de Nóvgorod, desde donde adoptó una política promoscovita. Envió misioneros a evangelizar las tribus finougrias a orillas del río Neva, de los lagos Ladoga y Ónega hasta la península de Kola.

En 1541 Macario y sus compañeros culminaron la primera edición de su gran obra hagiográfica Velikie Minei-Chetti, compuesta por 12 volúmenes relatando las vidas de los santos rusos. Dio comienzo también al Libro de Genealogía Real que trazaba los antecesores de Iván IV el Terrible hasta un ficticio hermano de César Augusto de nombre Prus. Obras de arte de Macario son los iconos del pequeño iconostasio de la catedral de la Santa Sabiduría de Nóvgorod.

Tras asegurarse el respaldo del poderoso Príncipe Andrei Shuisky del clan de los boyardos, que durante la adolescencia de Iván habían asumido la regencia del gobierno, Macario fue elegido Metropolitano de Moscú y de toda Rusia en 1542. Sin embargo, la falta de consideración de la Duma de los boyardos a los dignatarios de la Iglesia, envenenó las relaciones entre aquéllos y Macario escapó de una muerte segura en el incendio del Kremlin de Moscú en 1544.

Una vez más su actitud independiente hizo que se uniese a aquellos que desplazaron del gobierno a los Glinskys, de la familia de la princesa Elena Glynskaya, a quien en su día apoyó. Se convirtió en uno de los consejeros más próximos de Ivan, organizando la coronación de éste como zar el 16 de enero de 1547. En el mismo año, bendijo el matrimonio del zar con Anastasia Románovna Zajárina, hija del boyardo Román Zajarin, quien dio nombre a la dinastía monárquica de los Románov, 

Bajo la influencia de Macario, Iván IV apoyó sin fisuras la civilización autóctona, evitando en lo posible toda influencia extranjera. El Metropolitano le recordaba al Zar que, como descendiente de los emperadores romanos, Moscú era la tercera Roma, tras la caída de Constantinopla.



Desde 1547 hasta 1550 Macario, procurando la conciliación entre los distintos grupos de boyardos, participó activamente en el Zemski Sobor o Asamblea de la Tierra, primer parlamento ruso integrado por la nobleza y los altos funcionarios (incluyendo a los boyardos de la Duma), el santo Sobor o alto clero de la Iglesia y los representantes de los comerciantes y habitantes de las ciudades. El Zemski Sobor podía ser convocado por el Zar, por el Patriarca de la Iglesia o por los boyardos de la Duma.

En 1551 fue convocado, por iniciativa del gobierno, el Stoglavi Sobor o Sínodo de los cien capítulos, al que asistieron el zar Iván IV, el Metropolitano Macario y representantes de la Duma de los boyardos. Sus conclusiones conformaron un Código canónico, con el quedaron unificadas las obligaciones y ceremonias de la Iglesia rusa, se crearon seminarios para la formación del clero, se modificaron ciertos aspectos de la liturgia, se prohibió la polifonía en los cánticos y se estableció el control sobre escritores e iconógrafos. Tanto en este Sínodo como en los siguientes, conocidos como Sínodos de Macario, la Iglesia rusa canonizó a 39 santos. 

En 1559 Iván el Terrible inició su campaña contra el janato de Kazán, dejando a Macario al cargo del gobierno durante su ausencia de Moscú. En ese tiempo Macario desarrolló una intensa actividad diplomática enviando mensajeros al extranjero en búsqueda de nuevos acuerdos de toda índole. Se pintaron por decisión suya la catedral de San Basilio y la Cámara dorada del Kremlin. 

En los últimos años de subida, Macario abandonó los asuntos del gobierno y se dedicó a supervisar la impresión del Libro de Genealogía Real y a la renovación de iconos en Moscovia.

Falleció el 12 de enero de 1563, siendo enterrado en la catedral de la Dormición del Kremlin moscovita. Macario fue canonizado por la Iglesia rusa en 1988. Su icono cuelga sobre el arco de entrada al Archivo de la Federación Rusa de Documentos Antiguos en Moscú.



Tras la muerte de su mentor, Macario, Iván el Terrible creó una poderosa milicia de guardia personal, los Oprichnik con todos los poderes para perseguir y eliminar a los crecientes enemigos de su poder absoluto. Estos pretorianos cumplieron la orden de Iván IV de dividir a Rusia en dos mitades, una para los siempre revoltosos boyardos y la otra una exclusiva y extensísima posesión personal del Zar. A pesar de este reparto, sus muchos enemigos no se sintieron satisfechos, obligándole a guerrear y perseguir a los descontentos. Serán siete años de crueldades sin fin.


MAG/08.02.2015


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